Esa horrible sensación… esos picores que nos hacen tener que rascarnos cada cinco minutos la barba… ¿Son evitables? La respuesta es sí. Vamos a explicaros por qué nos pica la barba y cómo podemos solucionar este problemilla.
En primer lugar, el picor es una respuesta de nuestro organismo frente a determinados factores. Cuando nos pica un mosquito, cuando nos quemamos la piel con el sol, cuando tocamos ortigas o algún producto químico abrasivo o tenemos caspa, es aquello que sabemos que tendremos que combatir. En el caso de la barba, todo lo anterior es aplicable. Además, en nuestra piel habitan una serie de ácaros, bacterias y hongos. ¡Pero no te asustes! Todos los tenemos y en cierta cantidad son beneficiosos para mantener nuestra piel sana. No obstante, el exceso de ellos puede ocasionarnos este problemilla. Es por tanto que la principal solución para evitar estos picores es la correcta higiene de nuestra barba. Y con ello nos referimos tanto a la piel de la cara como del cuidado del vello de nuestra barba.
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Pasemos a analizar mejor el problema. Cuando nos afeitamos, el picor aparece. Y pensaréis… Si tras afeitarme me lavo la cara, me aplico aftershave… ¿Siguen siendo los microorganismos de la piel el problema? La respuesta es no. En el momento del afeitado nuestra piel nos pica debido a la irritación provocada por la cuchilla de afeitar, la máquina que usemos o aquello que hemos pasado por la piel y ha abierto nuestros poros y ha creado microcortes o heridas. Además de ello, aparece el enrojecimiento de la piel, como respuesta a la abrasión. Para combatir este problema, existe una amplia gama de bálsamos de afeitado que nos pueden ayudar a paliar estos picores (haz clic aquí para saber cuál).
Bien, nos hemos afeitado. Pero a los pocos días nuestra barba empieza a despuntar de nuevo… Y pica. Esto se debe principalmente a que, con el afeitado, algunos de nuestros pelos han sido cortados de una forma oblicua, en diagonal. Cuando nuestra barba comienza a crecer de nuevo, los vellos de ella comienzan a abrirse camino en nuestra piel, y es esto el motivo del picor. No obstante, este picor es inevitable, y desaparece cuando dejamos crecer la barba. Pero hasta cierto punto…
Cuando dejamos nuestra barba crecer y le decimos adiós al afeitado por un tiempo… Nos pica otra vez. ¿Puede ser que nuestro cuerpo eche de menos a la cuchilla de afeitar? La respuesta es obviamente no.
Para entender lo siguiente, tenemos que saber que nuestra piel se regenera de forma constante, mediante el proceso de descamación cutánea. Esto consiste en la pérdida de la piel a nivel casi imperceptible y la regeneración de ella. Y cómo no, esto ocurre también en nuestra barba. Cuando dejamos crecer nuestra barba, la superficie de la piel no está expuesta directamente al exterior, ya que el vello se lo impide.
Además, nuestra piel no está sometida al rozamiento que nos ayuda a desprendernos de estas células muertas (como, por ejemplo, quitarnos una camiseta o el roce con la almohada). Como podréis suponer, casi la totalidad de las células muertas queda atapada en la piel, lo que nos procura un picor similar al producido por la caspa. En este caso, la solución es abrirle paso a dicha piel muerta, mediante el lavado de la zona de donde esta crece.
Para ello es recomendable el uso de jabón o champú especial para barba. Además, como ya habréis comprobado, tener una barba de un largo considerable es un imán para los restos de comida y bebida que no llegan a la boca, razón más que suficiente para suponer que el lavado de esta zona es muy importante.
También es muy importante el correcto secado de la barba tras la ducha. Si tenemos una gran densidad, el agua puede permanecer en ella durante mucho tiempo, acelerando así el crecimiento de algunos microrganismos indeseables para nuestra piel. Por tanto, os aconsejamos el secado exhaustivo de la barba con un secador o una toalla.
Por último, debemos tener en cuenta que existen una serie de enfermedades que pueden ocasionarnos el picor de la barba, como pueden ser hongos (la tiña de la barba o la piedra negra), así como problemas con el acné u otras patologías cutáneas.
Por tanto, si tras llevar una higiene correcta de la barba seguimos teniendo picores, es aconsejable estar atentos a nuestra barba y visitar a nuestro médico si es necesario.
En resumen, podemos combatir los picores de barba de las siguientes maneras:
- Aplicación de bálsamos y aceites de afeitado.
- Lavado de nuestra barba y cara.
- Uso de jabones o champús de barba.
- Secado de la barba tras la ducha o baño.
- Vigilancia de las posibles enfermedades cutáneas asociadas.
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